Perder peso en la menopausia puede parecer mision imposible ya que el aumento de peso puede parecer iremediable al entrar en la cuarta década. Pero lo cierto es que no tiene por qué serlo. Los cambios hormonales naturales significan que puedes empezar a notar los síntomas de la menopausia, como pueden ser los sofocos, los sudores nocturnos y los típicos cambios de humor, pero no tienes que aceptar y cruzarte de brazos que el número en la báscula de tu baño también suba continuamente.

Esto es lo que ocurre con tu cuerpo si los pantalones de cintura elástica son ahora tu elemento básico de moda: la distribución del peso varía cuando llegas a la menopausia, y los kilos añadidos se amontonan justo alrededor de tu vientre. La grasa extra que se situa alrededor de la cintura se llama «menopausia.

Antes, durante y después de la menopausia, los niveles de estrógeno comienzan a reducirse y el metabolismo se ralentiza, lo que dificulta la pérdida de peso, especialmente alrededor de la cintura. Y la grasa del vientre no solo es incómoda: también es poco saludable. El aumento de peso perimenopáusico alrededor de la mitad -incluso si no has ganado peso en otros lugares- te situa en el mismo riesgo de enfermedad cardiovascular que ser obeso y tener una cintura gruesa. Esto es un hecho, pero hay que tomar medidas para combatirlo. Puede resultar difícil, pero es posible hacerlo. A continuación, te contamos 12 maneras de combatir con éxito la guerra del bulto.

Haz ejercicio con más constancia e intensidad para compensar el aumento de peso en la menopausia

Comienza con una combinación de ejercicio moderado y vigoroso para quemar el aumento de peso de la menopausia. Tu rutina debe constar de ejercicios aeróbicos como nadar, caminar, montar en bicicleta y correr, así como entrenamiento de resistencia o fuerza. Lo que quieres emplear ahora es el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT). Básicamente eso significa que se intercalarás niveles moderados de ejercicio con intervalos de alta intensidad a lo largo de la semana.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todos los adultos necesiten al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada cada semana y dos o más días a la semana de actividades de fortalecimiento muscular que trabajen todos los grupos musculares principales, como las piernas, las caderas, la espalda, el abdomen, el pecho, los hombros y los brazos. Si adoptas el enfoque HIIT. Adapta tu rutina general de ejercicios para aspirar a una mezcla equivalente de ejercicios de intensidad moderada y alta cada semana, junto con esos mismos dos días de entrenamiento de fuerza.

Pero recuerda que lo que hacíamos cuando teníamos 30 años y lo que hacemos cuando tenemos 60 es muy diferente. Debemos ajustar un poco nuestro ejercicio a medida que nos vamos haciendo mayores. Si has perdido algo de gusto, crea incentivos para ti mismo para seguir moviéndote. Yo por ejemplo Tengo un Apple Watch, y me gusta ver ese círculo [de ejercicio completado] cerrado. Aunque Dorian Gym es un gimnasio, nos gusta ser sinceros y decirte quen o tienes que ir a un gimnasio, pero sí necesitas hacer suficiente entrenamiento de fuerza para mantener tus músculos fuertes y tu metabolismo sctivo y acelerado. Prueba con actividades que te hagan levantar, empujar y tirar.

Ten en cuenta que la intensidad para cada uno es totalmente personal, por lo que no trates de competir contra nadie, salvo contra ti mismo. SI nunca has realizado ejercicio con poco que hagas esa intensidad ya será intensa.. En caso de que te surjan dudas, y para evitar lesionarte, busca un entrenador personal o un fisio que te guie al principio en este nuevo estilo de vida mas saludable..

Es mejor estar de pie que sentado, siempre y cuando se pueda

La fórmula es sencilla: Cuanto más tiempo se este moviendo tu cuerpo, más calorías quemará tu cuerpo. ¿Una forma de hacerlo con poco esfuerzo? Trata de pasar más tiempo de pie que sentado durante el día. Eso no solo hará subir la quema de calorías, sino que también ayudará a prevenir otros problemas de salud. Un estudio mostró que estar sentado durante mucho tiempo está relacionado con niveles más altos de grasa abdominal, así como con la grasa que se acumula alrededor de órganos como el hígado, lo que incrementa el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas.

Estár más tiempo en posición vertical no es exactamente lo mismo que sudar a tope (aunque también es estupendo cuando puedes hacerlo). Para mantenerte erguido más a menudo, ponte de pie y camina cuando estés hablando por teléfono, (Recuerda que por eso se llama móvil) o aparca más lejos de la puerta de los sitios a los que vas, así tendrás que caminar más. Si eres de los que les encanta devorar series de Netflix, coloca unos pedales de ejercicio en el suelo junto a tu sofá, para que puedas hacer el movimiento necesario sin dejar de ver tus series favoritas.

Y si tu trabajo te obliga a estar sentado frente al ordenador todo el día, prueba con un escritorio de pie. Que sepas que los trabajadores con escritorios de pie reportaron un comportamiento significativamente menos sedentario y también tienen menos molestias en la parte superior de la espalda, los hombros y el cuello. Y también una persona que pesa aproximadamente 65 kilos podría gastar potencialmente 54 calorías al día al estar de pie -en lugar de sentado- durante seis horas.

Vigila tu consumo de carbohidratos

No todos los nutrientes son iguales, y algunos expertos creen que una dieta constante rica en carbohidratos no refinados, como la pasta y el pan, es un factor a tener en cuenta para el exceso de grasa en el vientre. Se dice que «Los carbohidratos son el enemigo de la mujer de mediana edad. Si eres perimenopáusica, fíjate en la cantidad de azúcar que comes. Los carbohidratos se transforman en azúcar en nuestro cuerpo. Algunos se lo hacen más rápido, como los caramelos. Por el contrario la avena se quema más lentamente, pero al final todo se convierte en azúcar. Si eres consciente de cuántos carbohidratos estás comiendo, te irá mejor. Una dieta baja en carbos puede reducir el riesgo de aumento de peso en la posmenopausia.

Reduce la grasa del vientre con Tai Chi o QuiGong

Tal vez nunca lo hayas probado -o quizás hayas visto a un grupo de personas practicando tai chi juntas en un parque público-, pero está demostrado que esta disciplina china de movimientos meditativos de bajo impacto podría ayudar a reducir la cintura en adultos de mediana edad y mayores. Se descubrió que las personas de 50 años o más con obesidad central (peso acumulado desproporcionadamente en la parte media del cuerpo) que realizan tai chi durante 12 semanas redujeron su vientre con el mismo éxito que los que hicieron ejercicios aeróbicos y de fuerza durante el mismo tiempo. El tai chi posee beneficios para la salud similares a los del ejercicio convencional y, por lo tanto, proporciona una modalidad de ejercicio alternativa y más agradable para que los adultos de mediana edad y mayores controlen la obesidad central.

Controla las porciones y calcula el tiempo de las comidas

El metabolismo se ha ralentizado al llegar a la menopausia, y algunas investigaciones sugieren que quema 200 calorías menos al día.

También es este momento de tu vida, en el que puede que estés dejando de lado las obligaciones diarias de preparar las comidas para tu familia, y simplemente quieres tomarte un descanso de la cocina. Es muy facil de comprender, llevas 25 años cocinando y estás harta, y sólo quieres ir a comer fuera. Lo que sucede entonces es que inevitablemente comerás facilmente el doble de calorías de las que necesitas en esa comida, y para mas «inri» suele ir aderezada de alcohol, que también se asocia al aumento de peso abdominal. Un buen consejo es que pidas aperitivos como platos principales y pide un recipiente para llevar para las sobras cuando te des el placer de comer un plato principal grande. No te lo tienes que comer todo como te decian de niña tus pdres.

Reducir las comidas en restaurantes y la comida para llevar es una forma fácil de controlar las porciones, pero los horarios de las comidas también pueden marcar una gran diferencia. Hay muchas investigaciones sobre las frecuencias y horarios de las comidas, y cada vez hay más conocimientos que sugieren que nos equivocamos cuando hablamos de comer cinco o seis comidas pequeñas al día. A que esto te suena. Las investigaciones apuntan a que se obtienen mejores resultados en el departamento de peso comiendo tres comidas cuadradas al día Ya sabes Desayuno, comida y cena. Dice que hay que empezar el día con un desayuno abundante que contenga proteínas magras, e inclinarse por una cena ligera. Realizar la comida principal al mediodía puede ser muy beneficioso para el peso.

Elige las grasas con prudencia y come con grasas saludables para contrarrestar el aumento de peso

Las grasas añaden sabor, hacen que nuestra comida sepa mejor y forman parte de una dieta saludable. Así que la buena noticia es que no es necesario ni recomendable eliminarla por completo de la dieta. Sólo tienes que aprender a ser más selectivo. Piensa en más nueces y menos Whoppers.

Las grasas más saludables son las que proceden de fuentes vegetales como las aceitunas y los frutos secos, pero ten en cuenta que las grasas saludables -como las que se encuentran en los aguacates- tienen el mismo número de calorías que la grasa que se encuentra en un helado. 30 gramos de frutos secos tiene 170 calorías, así que hay que tener mucho cuidado. Sucede lo mismo con el aceite de oliva virgen extra. A la española se le va la mano, así que hay que ser muy prudente al usarlo y medir las cantidades de grasas y aceites que consumes en tu alimentación.

Y las comidas de los restaurantes -una vez más- no son tus amigos y aliados en tu objetivo de perder grasa corporal. Recuerda que los restaurantes no están en el negocio para hacernos más sanos. Añaden un montón de portadores de sabor, que se conocen como grasas. Los aliños de las ensaladas son una de las mayores fuentes de grasa añadida en nuestra dieta, así que un buen consejo en este lugar es pedir el aderezo de la ensalada a parte.

Organiza bien las comidas y el picoteo para contrarrestar la ingesta compulsiva de alimentos

Lo importante no es sólo lo que se come cuando se sigue una dieta de mediana edad, sino también cuándo se come. Los atracones de helado a medianoche y las incursiones en las patatas fritas, por ejemplo, son generalmente malas ideas, y serían una mala elección incluso a la luz del día. Pero el mensaje general sobre el momento de comer es claro: No comas demasiado tarde. Comer más tarde en la noche es un suicidio para tratar de mantener o reducir el peso.

Otra forma de ganar la batalla a las calorías del picoteo es evitar picar sin sentido en el transcurso del día o caer en la maldita trampa de la merienda. Lo que una mujer menopáusica hace a partir de las 3 de la tarde cada día puede determinar el tamaño de su barriga. Es entonces cuando la mayor parte de las mujeres tienden a comer en exceso y picar demasiado.

Para ayudar a frenar el picoteo, hay que comenzar a escuchar al ritmo circadiano. Come durante una ventana de 8 a 12 horas al día, y luego no comas durante el resto del tiempo. A esto tambien se le conoce como Ayuno Intermitente. Los profesionales consideran que esto es imprescindible para mantener o reducir el peso a cualquier edad, pero especialmente durante la menopausia.

Sé estricta con tu límite de tiempo. Termina de comer a una hora razonable, como las 7 de la tarde, y retómalo 12 horas después a la mañana siguiente, a las 7. Se encontró que restringir intermitentemente los días de la semana en que una persona come puede ser una estrategia efectiva para tratar a los adultos con sobrepeso y obesidad. Antes de explorar el ayuno intermitente como una estrategia de pérdida de peso, lo mejor es consultar con su médico para evitar los riesgos de la desnutrición y cualquier riesgo que pueda ser específico de sus condiciones de salud.

Varía tus entrenamientos y pruebe nuevas actividades

Es fácil caer en la rutina del ejercicio, y aún más fácil abandonar el hábito de hacer ejercicio. Pero a estas alturas de la vida, no moverse no es una opción. «Lo ideal para mantener el peso bajo control es hacer ejercicio tres o cuatro veces por semana -con la inyección de algo de HIIT [u otro tipo de entrenamiento de fuerza]- y sólo tiene que durar entre 15 y 20 minutos», dice Peeke. «Es extremadamente efectivo para mantener bajos los niveles de grasa en el cuerpo, y asegúrate de hacer algo de entrenamiento con pesas, incluso si es sólo usando tu propio peso corporal».

Así que, potencialmente, toma una clase de Zumba o de barre. Fíjate en lo que hablan todos tus amigos y únete a ellos un fin de semana para una clase de principiantes en un centro de CrossFit. Prueba el PiYo (¿nunca has oído hablar de él? Es un cruce entre Pilates y yoga). Hay tantos ejercicios diferentes para probar, que podrás encontrar los que te gusten y seguir con ellos.

O tal vez disfrutes de la persecución de probar nuevos entrenamientos con regularidad. Según una investigación publicada en el Journal of Sport Behavior, añadir variación a tu rutina de ejercicios puede ser la forma más exitosa de hacer que te quedes con ella. Cualquier tipo de actividad física es mejor que ninguna, pero si tu cuerpo se acostumbra demasiado a una rutina, no quemará la grasa del vientre (o cualquier grasa) con la misma eficacia que cuando empezaste a hacer ejercicio.

De nuevo, escucha a tu cuerpo cuando pruebes nuevas clases, especialmente las centradas en la fuerza como el CrossFit. Si se siente perdido, si experimenta molestias o si el instructor no le ayuda, puede ser mejor obtener una orientación más formal de un entrenador al comenzar una rutina de ejercicios. Ellos pueden ayudarte a optimizar tu forma para evitar lesiones.

Actualiza tus estrategias de sueño saludable para descansar mejor y combatir el aumento de peso

El insomnio es un síntoma extremadamente común de la perimenopausia, que es el período de tiempo en el que el cuerpo de las mujeres hace la transición hacia su ciclo menstrual final. Y según la Sociedad Norteamericana de Menopausia, esa fase de transición puede durar de cuatro a ocho años. Todo ese tiempo que pasas despertando sin descansar significa que probablemente también te sientas demasiado agotada para salir a hacer ejercicio. «Es imprescindible dormir a medida que se envejece», dice Peeke. «Una de las cosas que realmente ayuda a combatir la menopausia es el sueño de alta calidad».

El sueño inadecuado afecta a nuestras hormonas del hambre, la grelina y la leptina. «La grelina y la leptina se vuelven disfuncionales cuando no se duerme lo suficiente, así que buena suerte tratando de perder peso si no se arregla ese problema», dice Peeke.

Palumbo dice que debes cerrar la cocina y cepillarte los dientes antes de las 7 de la tarde. Esto evitará que comas tarde, lo que puede impedir que tengas un sueño reparador y hacer que acumules kilos. «No deberías comer antes de dormir, porque interrumpirá tu sueño», dice.

Intenta dormir un mínimo de siete (e idealmente ocho) horas, aunque esto varía según la persona y el tiempo. Mantén tu habitación fresca para contrarrestar los sofocos y los sudores nocturnos, y apaga todas las pantallas brillantes al menos una hora antes de querer dormirte. Si no puedes hacerlo, usa gafas con cristales de color ámbar para contrarrestar los efectos de la luz azul que interrumpen el sueño, o comprueba si tu dispositivo tiene un ajuste de luz ámbar, dice Peeke.

Busca un amigo o un grupo para hacer ejercicio

Para atacar la grasa del vientre y cualquier otro aumento de peso en la menopausia, necesitarás quemar entre 400 y 500 calorías la mayoría de los días de la semana con ejercicios cardiovasculares, como caminar a paso ligero, correr, montar en bicicleta, bailar o nadar, dice Peeke. ¿Necesitas motivación? Busca a un amigo que necesite hacer ejercicio tanto como tú y fija una fecha para hacer ejercicio juntos. Una investigación publicada en abril de 2015 en el British Journal of Health Psychology descubrió que buscar activamente un nuevo compañero de entrenamiento y hacer ejercicio juntos es beneficioso tanto para el ejercicio como para el apoyo emocional.

Si no tienes un compañero que te acompañe en tu misión de pérdida de peso, puede ser el momento de probar una clase de fitness en grupo en tu gimnasio local o centro comunitario. Los datos publicados en noviembre de 2017 en el Journal of Osteopathic Medicine encontraron que participar en clases regulares de fitness en grupo resultó en una disminución significativa del estrés y un aumento en la calidad de vida física, mental y emocional en comparación con el ejercicio regular por su cuenta o no participar en el ejercicio regular en absoluto.

Ajusta tus estrategias de afrontamiento y aborda tus niveles de estrés para ayudar a reducir el aumento de peso

Si tu grasa te hace sentir estresado -o viceversa- no ignores ese vínculo. «Hay una conexión entre el estrés y la grasa», dice Peeke. «Si andas completamente estresado todo el tiempo, tus niveles de cortisol aumentarán, y eso facilitará que deposites grasa en lo más profundo del vientre».

El cortisol, conocido como la hormona del estrés, estimula al hígado para que aumente la producción y liberación de azúcar en sangre y ayuda al cuerpo a convertir las grasas, las proteínas y los carbohidratos en energía utilizable. Como parte de la respuesta de «lucha o huida» del cuerpo, el cortisol se libera durante los momentos de estrés para dar a su cuerpo un impulso natural de energía, pero cuando los niveles de cortisol son constantemente altos debido al estrés crónico, estos mismos efectos pueden dar lugar a la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.

Para reducir el estrés y la grasa del vientre, emplea técnicas rápidas y sencillas que te ayuden a calmarte.

Sal al exterior y disfruta del verde. Los estudios demuestran que estar en la naturaleza reduce el estrés. Un estudio publicado en la revista Environment and Behavior descubrió que las personas que simplemente miraban imágenes de árboles decían sentirse menos estresadas.
Prueba una nueva aplicación. Las aplicaciones de meditación, como Insight Timer, Headspace y Calm, ofrecen meditaciones de cinco minutos y otras programadas para principiantes que pueden reducir el ritmo cardíaco y cortocircuitar la respuesta al estrés.
No consumas tanto alcohol. Aunque beber vino o alcohol puede parecer una forma de aliviar el estrés, no es una estrategia de afrontamiento a largo plazo, y el azúcar extra de la bebida y las mezclas se suman a la situación de la grasa del vientre.
Busca la ayuda de un profesional. Si te resulta difícil reducir el consumo de azúcar o alcohol, o si comes en exceso, puede ser un signo de energía emocional no procesada o de un desequilibrio entre la mente y el cuerpo, como la depresión o la ansiedad, que podría estar impulsando ese comportamiento.

Habla con tu médico sobre cómo minimizar el aumento de peso y otros síntomas de la menopausia

Si la falta de estrógenos contribuye a la aparición de los síntomas típicos de la menopausia, como los sofocos y los sudores nocturnos, y los síntomas (a pesar de haber probado métodos no farmacológicos) son lo suficientemente graves como para afectar a su calidad de vida, es posible que desee considerar la posibilidad de recibir terapia hormonal (TH) u otra medicación.

La TH ha tenido una historia controvertida desde que fue aprobada por primera vez por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para el tratamiento de los sofocos de la menopausia en 1942. Ya en la década de 1950 surgieron sospechas de que la toma de hormonas podría perjudicar la salud de la mujer, y desde entonces la preocupación ha continuado. Sin embargo, si los riesgos superan a los beneficios es algo que cada mujer debe discutir con su proveedor de atención médica, especialmente a medida que se dispone de nuevas formulaciones de dosis más bajas.

Algunas investigaciones sugieren que la TH puede realmente ayudar a las mujeres a prevenir el aumento de peso en la menopausia. Según un estudio publicado en marzo de 2018 en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, la terapia hormonal menopáusica puede ayudar a prevenir un aumento de la grasa visceral (vientre), el índice de masa corporal (IMC) y la grasa corporal en general. El estudio informó de que, en comparación con las mujeres que habían tomado TH en el pasado, las usuarias actuales tenían casi un punto menos en la escala de IMC y casi un kilo menos de masa grasa.

Pregunte a su ginecólogo sobre la medicación que podría tomar para ayudarle a controlar los síntomas de la menopausia. Es probable que su médico quiera investigar si su aumento de peso se debe realmente a la menopausia y no a alguna otra condición de salud que también necesite tratamiento.

Los mejores tipos de ejercicio para perder peso

La mayoría de las personas se vuelven menos activas a medida que envejecen.

Sin embargo, el ejercicio puede ser más importante que nunca durante y después de la menopausia.

Puedes mejorar el estado de ánimo, promover un peso saludable y proteger los músculos y los huesos.

El entrenamiento de resistencia con pesas o bandas puede ser muy eficaz para conservar o incluso aumentar la masa muscular magra. La masa muscular magra normalmente disminuye con los cambios hormonales y la edad.

Aunque todos los tipos de entrenamiento de resistencia son beneficiosos, investigaciones recientes sugieren que realizar más repeticiones es mejor, especialmente para reducir la grasa abdominal.

El ejercicio aeróbico, o cardio, también es excelente para la menopausia. Los estudios han demostrado que puede reducir la grasa abdominal al tiempo que preserva el músculo durante la pérdida de peso.

Una mezcla de entrenamiento de resistencia y ejercicio aeróbico puede ser la mejor estrategia para perder peso.

Te interesa: Cuánto tiempo de cardio es necesario para perder peso

RESUMEN
El entrenamiento de resistencia y el ejercicio aeróbico pueden ayudar a promover la pérdida de grasa, al tiempo que logran evitar la pérdida de músculo que normalmente se produce alrededor de la menopausia.

Cambios en el estilo de vida que favorecen la pérdida de peso durante la menopausia

He aquí varias formas de mejorar su calidad de vida y facilitar la pérdida de peso durante la menopausia.

Dormir bien y con calidad
Muchas mujeres en la menopausia tienen problemas para dormir debido a los sofocos, los sudores nocturnos, el estrés y otros efectos físicos de la deficiencia de estrógenos.

Sin embargo, dormir lo suficiente y con calidad es importante para conseguir y mantener un peso moderado.

Las personas que duermen poco tienen niveles más altos de la «hormona del hambre», la grelina, y niveles más bajos de la «hormona de la saciedad», la leptina, y es más probable que tengan sobrepeso.

Explorar la psicoterapia
La terapia cognitiva conductual (TCC), una forma de psicoterapia que ha demostrado ayudar con el insomnio, puede beneficiar a las mujeres que experimentan síntomas de bajo estrógeno.

Según un estudio de 2019, las mujeres posmenopáusicas que recibieron TCC para su insomnio vieron un mayor aumento en la duración del sueño durante 6 meses que las mujeres que recibieron educación sobre la higiene del sueño o terapia de restricción del sueño.

La terapia de restricción del sueño es un componente de la TCC. El objetivo de la terapia de restricción del sueño es limitar a propósito la cantidad de tiempo que se pasa en la cama despierto o sin dormir.

Probar la acupuntura
La acupuntura también puede ser útil.

En un estudio, redujo la frecuencia de los sofocos en un 36,7% durante 6 meses. Una revisión de varios estudios descubrió que la acupuntura puede aumentar los niveles de estrógeno, lo que puede ayudar a reducir los síntomas y promover un mejor sueño.

Encontrar una forma de aliviar el estrés
El alivio del estrés también es importante durante la transición menopáusica.

Además de aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, el estrés provoca niveles elevados de cortisol, que se asocian a un aumento de la grasa abdominal.

Varios estudios han descubierto que el yoga puede ayudar a reducir el estrés y aliviar los síntomas en las mujeres que atraviesan la menopausia.

RESUMEN
Ciertos cambios en el estilo de vida, como dormir más y mejor, pueden facilitar el control de los síntomas de la menopausia. Como resultado, perder peso puede resultar más fácil.

Consejos dietéticos que funcionan

He aquí otros consejos que pueden ayudar a perder peso durante la menopausia o a cualquier edad.

Coma muchas proteínas. Las proteínas le ayudan a mantenerse saciado y satisfecho, aumentan la tasa metabólica y reducen la pérdida de músculo durante la pérdida de peso.
Incluya productos lácteos en su dieta. Las investigaciones sugieren que los productos lácteos pueden ayudarle a perder grasa mientras conserva la masa muscular.
Coma alimentos ricos en fibra soluble. El consumo de alimentos ricos en fibra como las semillas de lino, las coles de Bruselas, los aguacates y el brócoli puede ayudar a aumentar la sensibilidad a la insulina, reducir el apetito y promover la pérdida de peso.
Bebe té verde. El té verde contiene los compuestos cafeína y galato de epigalocatequina (EGCG). Pueden ayudarte a quemar grasa.
Practica la alimentación consciente. La alimentación consciente puede ayudar a reducir el estrés y a mejorar la relación con la comida, por lo que acabará comiendo menos.

RESUMEN
Comer con atención y consumir alimentos y bebidas que favorezcan la pérdida de peso puede ayudarle a perder peso durante la menopausia.

Conclusión

Aunque perder peso puede ser su objetivo principal, es importante que haga cambios que pueda mantener a largo plazo.

También es mejor centrarse en la salud más que en el número de la báscula.

Mantener un estilo de vida saludable haciendo ejercicio, durmiendo lo suficiente, centrándose en una dieta equilibrada y rica en nutrientes, y comiendo con atención puede ayudarle a verse y sentirse lo mejor posible durante la menopausia y después.

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